
No todo está en tu cabeza: problemas digestivos en la EH
Los ratones con la enfermedad de Huntington absorben menos nutrientes de los alimentos, lo que podría ayudar a explicar por qué los pacientes humanos pierden peso.

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La pérdida de peso es un síntoma común en la enfermedad de Huntington, y uno que permanece sin explicación. Ahora, al estudiar los sistemas digestivos de ratones con EH, y prestando mucha atención a sus excrementos, los investigadores han descubierto una pista sobre la pérdida de peso en la EH.
Pérdida de peso en la EH
La pérdida de peso es un síntoma familiar de la enfermedad de Huntington, como muchos pacientes y cuidadores saben. Misteriosamente, la pérdida de peso corporal en la enfermedad de Huntington a veces comienza incluso antes de que aparezcan síntomas evidentes. Aún más sorprendente, puede continuar incluso frente a una ingesta muy grande de alimentos. Al igual que la enfermedad en sí, la pérdida de peso en la EH es peor en pacientes con mutaciones muy grandes en el gen de la huntingtina, lo que sugiere que comprenderla podría enseñarnos más sobre cómo ocurre la enfermedad.

Un estudio reciente del grupo de la Dra. Åsa Petersen en Suecia, cubierto por HDBuzz, mostró que los efectos de la proteína huntingtina en una parte del cerebro llamada ‘hipotálamo’ probablemente contribuyen a los cambios de peso corporal en la EH. Pero es poco probable que sea toda la historia: uno de los misterios del gen de la huntingtina es que se encuentra en casi todas las células de su cuerpo. Entonces, ¿podría estar afectando directamente el proceso de digestión de alguna manera, lo que contribuye a la pérdida de peso?
El cerebro en tu intestino: el ‘sistema nervioso entérico’
Las neuronas son células que se comunican mediante señales eléctricas y químicas. Generalmente, pensamos que las neuronas se limitan al cerebro y otras áreas especializadas como los ojos y los oídos. Lo que mucha gente no sabe es que hay millones de neuronas en los tejidos del sistema digestivo: el estómago y los intestinos. Estas neuronas tienen el trabajo de controlar la ingesta de alimentos y ajustar el proceso digestivo para satisfacer los requisitos nutricionales del cuerpo. A veces llamado ‘segundo cerebro’, los científicos se refieren a esta red de neuronas como el ‘sistema nervioso entérico’.
Anteriormente, los científicos han demostrado que la proteína huntingtina se puede encontrar en las neuronas del intestino. Pero lo que está haciendo allí, y si causa cambios en la digestión cuando la proteína huntingtina muta, siempre ha estado poco claro. Un grupo de científicos europeos, liderados por el Dr. Nils Wierup y la Dra. Maria Bjorkqvist en la Universidad de Lund en Suecia, se propusieron tratar de comprender este importante problema.
¿Neurodegeneración en el intestino?
Una forma en que las neuronas del intestino se comunican es liberando pequeños trozos de proteína llamados ‘péptidos’. Estos péptidos pueden enviar mensajes para una serie de situaciones diferentes, dependiendo de su secuencia específica. Algunos dicen «acelerar la digestión», mientras que otros dicen «disminuir la velocidad».
Esta comunicación permite que el proceso digestivo se adapte a los cambios en la ingesta de alimentos y las necesidades nutricionales. Las neuronas que señalan con algunos de estos péptidos en realidad faltan en el intestino de los ratones modelo de EH.
Entonces, los investigadores observaron la estructura del sistema digestivo en ratones con EH. El estómago y los intestinos están revestidos de células que ayudan a digerir los alimentos y absorber los nutrientes. Descubrieron que esta capa de células era más delgada en los ratones modelo de EH, lo que podría causar serios problemas para la nutrición de los ratones.
“Los ratones modelo de EH excretan más de su comida sin digerir que los ratones normales. Eso significa que están obteniendo menos nutrición de la comida en sus cuerpos.”
¿Menos entrada o más salida?
El trabajo principal del sistema digestivo es ingerir alimentos, moverlos a través del cuerpo mientras se absorben los nutrientes y excretar los desechos. Eso es ‘comer’ y ‘cagar’, para el resto de nosotros.
El tiempo que tardan los alimentos que se comen en llegar hasta el final del sistema digestivo aumenta en los ratones modelo de EH, lo que tiene sentido, dados todos los cambios observados en las neuronas y otras células.
Pero, ¿esto tiene un impacto en la nutrición de los ratones, o es solo un efecto secundario de que el ratón esté enfermo? Debido a que los ratones comen y cagan en una jaula, es posible medir cuánta nutrición están obteniendo de su comida.
Efectivamente, los ratones modelo de EH excretan más de su comida sin digerir que los ratones normales. Eso significa que están obteniendo menos nutrición de la comida en sus cuerpos. Y los ratones que tenían una digestión menos eficiente fueron los que perdieron más peso, lo que sugiere una conexión entre los dos problemas.
Implicaciones y misterios
Este estudio muestra muy bien que los ratones modelo de EH tienen problemas con su intestino que probablemente contribuyen a su pérdida de peso. Pero los investigadores aún no han establecido que esto suceda en personas con la enfermedad de Huntington. Mirar en las personas será muy importante para ayudar a comprender la relevancia de estos hallazgos. Esto vale la pena hacerlo: las personas delgadas parecen tener peores síntomas en la EH, por lo que mejorar la nutrición podría ayudar realmente a los pacientes con EH. Este estudio sienta las bases para más estudios en la EH humana.


