Ganador del premio HDBuzz 2012: Estimulación cerebral profunda para la EH
Ganador del premio HDBuzz 2012: Estimulación cerebral profunda para tratar los movimientos incontrolables llamados corea en la enfermedad de Huntington
La estimulación cerebral profunda, un procedimiento en el que se implantan en el cerebro electrodos en miniatura que liberan pulsos de electricidad, suena a algo sacado de una película de ciencia ficción de terror. Sin embargo, este tratamiento de ciencia ficción puede resultar útil para reducir los síntomas de movimientos incontrolables conocidos como corea en pacientes con EH.
Este artículo de Melissa Christianson, de la Universidad de Duke, es el ganador del premio HDBuzz 2012 para jóvenes escritores científicos. Enhorabuena a Melissa, que gana 500 libras esterlinas y se ha unido a nuestro equipo de redactores habituales.
Corea: un síntoma importante de la enfermedad de Huntington
Crédito de la imagen: NIH
Uno de los aspectos más llamativos de la enfermedad de Huntington (EH) es el desarrollo progresivo de movimientos musculares incontrolables conocidos como corea. Aunque corea significa literalmente ‘bailar’, su definición desenfadada desmiente su verdadero impacto en las personas con EH. La corea puede interferir en la vida diaria y, en algunos casos, puede comprometer la salud y la independencia.
Los científicos creen que la corea está causada por la muerte de células cerebrales en una parte específica del cerebro llamada cuerpo estriado. Normalmente, las células del cuerpo estriado actúan como el director de una sinfonía: equilibran cuidadosamente los niveles de actividad de cada una de las secciones del cerebro (especialmente las implicadas en el movimiento) para producir un resultado claro y coordinado. Sin embargo, cuando las células del cuerpo estriado mueren en la EH, la sinfonía del cerebro pierde a su director. Al igual que la música de una orquesta sin director se vuelve disonante, también la actividad del cerebro pierde su armonía sin el cuidadoso acto de equilibrio del cuerpo estriado. En consecuencia, las células que quedan en el resto del cerebro establecen nuevos patrones de actividad desequilibrados que producen los movimientos incontrolables de la corea.
Sin embargo, los investigadores están estudiando ahora un procedimiento especial conocido como estimulación cerebral profunda o ‘ECP’ que puede ser capaz de interrumpir estos patrones desequilibrados y reducir la corea en la EH.
Estimulación cerebral profunda: ¿un botón de reinicio para el cerebro con EH?
La estimulación cerebral profunda realmente suena a algo sacado de una película de ciencia ficción. En la ECP, los médicos implantan pequeños electrodos en partes específicas del cerebro (como las que controlan el movimiento) para que estos electrodos puedan enviar pequeños pulsos de electricidad a las regiones cerebrales circundantes. Aunque la electricidad es el lenguaje que utilizan las células cerebrales para comunicarse, estos electrodos no intentan conversar educadamente con las células cerebrales cercanas. Más bien, están haciendo el equivalente a gritar a las células cerebrales cercanas para que se callen.
Científicamente, la idea es que la electricidad que fluye de los electrodos silenciará las señales procedentes de cualquier célula cerebral en su vecindad. Este silenciamiento podría ser extremadamente útil en las áreas cerebrales con EH que han perdido a su ‘director’ en el cuerpo estriado y, por lo tanto, están enviando los patrones de actividad desequilibrados que causan la corea. En cierto sentido, los electrodos actuarían como el botón de reinicio en una bolera, permitiendo a los médicos interrumpir cualquier patrón de actividad cerebral caótica que las células cerebrales hayan establecido y así detener los movimientos de la corea.
La estimulación cerebral profunda en la lucha contra la EH
“La idea es que la electricidad que fluye de los electrodos silenciará las señales procedentes de cualquier célula cerebral en su vecindad”
Científicos de todo el mundo están empezando a estudiar cómo utilizar la estimulación cerebral profunda para tratar a personas con la enfermedad de Huntington. Partiendo de trabajos anteriores en pacientes con la enfermedad de Parkinson tratados con éxito con la ECP, estos científicos han comenzado a probar si la estimulación cerebral profunda mejora aspectos como la corea, la coordinación motora, la independencia y la capacidad funcional en personas con EH.
Aunque esta investigación ha avanzado en gran medida a pequeños pasos, los resultados de los últimos diez años son generalmente prometedores. En cada uno de los seis estudios de casos de pacientes publicados hasta ahora, la corea en individuos con EH mejoró después del tratamiento con ECP. Muchos de estos estudios también señalaron que los pacientes con EH mejoraron con respecto a la coordinación motora, la independencia y la capacidad funcional después del tratamiento con ECP también. Por último, los pacientes de estos estudios desarrollaron pocos efectos secundarios negativos debido a la estimulación cerebral profunda, y cualquier efecto secundario podría eliminarse generalmente modificando los detalles específicos del procedimiento de estimulación cerebral profunda.
El diablo está en los detalles
Sin embargo, también se desprende de estos prometedores resultados que los investigadores aún tienen mucho trabajo por hacer antes de poder describir con certeza la forma óptima de realizar la estimulación cerebral profunda en personas con EH. Por ejemplo, deben encontrar exactamente dónde colocar los electrodos para que interrumpan mejor los movimientos coreicos involuntarios, pero no los movimientos normales e intencionales de los pacientes con EH. La intensidad de las señales eléctricas procedentes de los electrodos también es importante: las señales demasiado bajas no tendrán ningún efecto sobre la corea, mientras que las demasiado altas podrían causar consecuencias tan peligrosas como daños en las células cerebrales cercanas o convulsiones. No es sorprendente (ya que cada persona del planeta tiene un cerebro único) que ambos parámetros parezcan variar entre los individuos. Por lo tanto, la investigación aún tiene un camino por recorrer antes de que la estimulación cerebral profunda se convierta en una opción de tratamiento viable y consistente en la clínica.
Además, los resultados de estos primeros estudios prometedores deben interpretarse con mucho cuidado por varias razones metodológicas. En primer lugar, los científicos han estudiado la estimulación cerebral profunda sólo en un número muy pequeño de individuos con EH. Sacar conclusiones generales basadas en un número tan pequeño de personas es peligroso. Por ejemplo, considere lo que ocurriría si encuestara a las seis personas siguientes que se encontrara sobre su altura y calculara la media. ¿Sería este número realmente indicativo de la altura media del ser humano? Ciertamente no si estuviera realizando su encuesta en una cancha de baloncesto. Por lo tanto, queda por determinar si los efectos positivos descritos anteriormente son reales y se aplican generalmente a la población con EH.
En segundo lugar, la mayoría de los estudios realizados hasta ahora han seguido a pacientes con EH tratados con ECP durante un corto período de tiempo después del tratamiento (que va de meses a varios años). Hay muchos ejemplos de tratamientos de investigación que son excelentes inicialmente y luego se vuelven ineficaces o incluso perjudiciales más adelante. Piense en lo mucho mejor que le hace sentir el chocolate cuando está triste… y en lo terrible que se siente después de tragarse una bolsa entera de M&M. Por lo tanto, incluso si la ECP mejora la corea al principio, no está claro que siga siendo eficaz en pacientes tratados durante períodos más largos.
Otra dificultad es la practicidad. La ECP implica una cirugía cerebral delicada y dirigida que es notoriamente difícil en el mejor de los casos. Pero cuando se trata de operar en áreas del cerebro que se han reducido gradualmente de tamaño debido a la muerte de neuronas, el riesgo de complicaciones o de no alcanzar el objetivo es aún mayor. Eso significa que la ECP nunca se convertiría en un tratamiento ‘rutinario’ para los pacientes con EH.
Por último, un problema particular en los estudios de casos de pacientes es que, a menudo, sólo se publican aquellos estudios de casos que tienen éxito, es decir, los estudios en los que los pacientes mejoran. Esta no es una nueva tendencia en la publicación científica. Por ejemplo, Thomas Edison no publicó las primeras 1.000 formas de no inventar la bombilla, sólo el intento final exitoso. Por lo tanto, los resultados generalmente positivos discutidos anteriormente pueden no ser una descripción completa de la investigación sobre la ECP que realmente se ha realizado.
En resumen
A la luz de todas estas advertencias, ¿qué significa realmente la estimulación cerebral profunda para la lucha contra la enfermedad de Huntington? En primer lugar, es importante recordar que la ECP nunca curará la EH, porque no impide que las células cerebrales mueran. Incluso si la estimulación cerebral profunda funciona para reducir la corea, la EH seguirá siendo una enfermedad muy real y muy incurable.
Sin embargo, la estimulación cerebral profunda puede tener potencial como tratamiento para los síntomas de la enfermedad de Huntington, especialmente la corea. El uso de la ECP para reducir o prevenir los movimientos incontrolables asociados a la EH no sería sólo una medida paliativa, sino que podría alargar la esperanza de vida funcional de los individuos afectados por la EH, ayudándoles a mantener su salud e independencia después de la aparición de la enfermedad.
Es con este objetivo en mente que los científicos seguirán estudiando la mejor manera de aplicar la estimulación cerebral profunda como un tratamiento potencial para la enfermedad de Huntington.
