Huntington’s disease research news.

En lenguaje sencillo. Escrito por científicos.
Para la comunidad mundial de la EH.

Agosto de 2025: Este mes en la investigación de la enfermedad de Huntington

Desde el horario de las comidas a la salud muscular, desde los microbios intestinales a la reparación del ADN, la investigación sobre la EH de agosto ha puesto de relieve nuevos conocimientos y estrategias esperanzadoras. Nuevos biomarcadores, mapas de proteínas y pistas sobre el estilo de vida apuntan hacia una detección más precoz y la…

Editado por Dr Rachel Harding
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El resumen de la investigación sobre la enfermedad de Huntington (EH) de este mes abarca desde la mesa hasta la reparación del ADN. Los científicos han estudiado si comer de forma programada puede ayudar a eliminar las proteínas tóxicas, han descubierto signos tempranos de pérdida muscular en la EH y han examinado cómo las experiencias de la infancia influyen en la salud mental adulta. Otros equipos investigaron la conexión intestino-cerebro, identificaron nuevos biomarcadores proteicos, cartografiaron los cúmulos tóxicos de huntingtina y revelaron cómo pequeños cambios en los genes de reparación del ADN podrían acelerar la aparición de la enfermedad. En conjunto, estos descubrimientos ponen de relieve tanto la complejidad de la EH como las muchas formas creativas en que los investigadores están trabajando para abordarla.

Apetito de respuestas: ¿Ayuda comer en un horario a la enfermedad de Huntington?

Este mes cubrimos el trabajo de unos investigadores que están estudiando si cuándo (y no qué) comes podría beneficiar a las personas con EH. Conocida como alimentación restringida en el tiempo (ERT), la idea es limitar las comidas a una ventana diaria, como de 12 p.m. a 8 p.m., y dejar que el cuerpo ayune el resto del tiempo. En animales modelo de la EH, este patrón de alimentación parece poner en marcha un proceso de limpieza dentro de las células (llamado autofagia) que puede ayudar a eliminar los cúmulos dañinos de proteína huntingtina del cerebro.

Pero antes de dar un toque de queda a tu nevera, recuerda esto: estos prometedores resultados proceden de estudios con animales, no con personas. Y muchas personas con EH ya luchan con una pérdida de peso involuntaria, problemas de asfixia y desgaste muscular, por lo que el ayuno podría empeorar involuntariamente los síntomas de la enfermedad. Así que, aunque se necesitan más investigaciones antes de prescribir la ERT para la EH, sabemos que una dieta sana llena de alimentos nutritivos tiene claros beneficios para la salud de todos.

Cuerpo en Declive: La Pérdida Muscular como Síntoma Precoz de la Enfermedad de Huntington

Un nuevo estudio demuestra que la EH no sólo afecta al cerebro, sino que también remodela silenciosamente el cuerpo. En las fases más tempranas, las personas con EH ya parecen tener signos de reducción de la masa muscular (60%) y de disminución de la fuerza de prensión (45%), incluso cuando caminar aún les parecía normal. Además, más de la mitad (55%) parecían estar en riesgo de desnutrición o ya la padecían, una preocupante señal de alarma temprana.

Estos declives físicos tempranos no son sólo números, sino que afectan a la vida diaria. La reducción de la fuerza y la nutrición se relacionó con peores síntomas motores, mayor dependencia de los demás y problemas para planificar u organizar tareas. La buena noticia es que hay esperanza con soluciones prácticas que pueden aplicarse hoy mismo. El apoyo nutricional, las comidas ricas en calorías o fáciles de comer, y mantenerse activo con ejercicios como caminar o el entrenamiento de resistencia podrían ayudar a preservar los músculos, la salud cerebral y la independencia. De cara al futuro, la medición de los cambios en la composición corporal puede ofrecer algún día una forma sencilla y no invasiva de controlar la progresión de la enfermedad.

Llevados desde la Infancia: Experiencias Infantiles y Salud Mental Adulta en Familias con Enfermedad de Huntington

Algunos recuerdos de la infancia se nos quedan grabados de forma sorprendente, incluso en la edad adulta. Un estudio italiano analizó a adultos que crecieron con un progenitor afectado por la EH y descubrió que no eran las grandes crisis, sino las turbulencias emocionales continuas, como las críticas constantes, los estados de ánimo impredecibles o la sensación de inseguridad al hablar, las que tenían un mayor impacto en la salud mental adulta.

Las investigaciones sugieren que no siempre fueron los malos tratos físicos o los grandes acontecimientos traumáticos de la infancia los que predijeron si una persona de una familia con enfermedad de Huntington tendría problemas de salud mental en la edad adulta. Más a menudo, fue la negligencia emocional o el maltrato emocional, cosas como la crítica constante, las palabras hirientes o crecer en un hogar donde las emociones se sentían inseguras, impredecibles o, simplemente, era demasiado difícil hablar de ellas.

Los que crecieron en familias con EH eran más propensos a luchar contra el bajo estado de ánimo, la ansiedad y la sensación de agobio, incluso cuando no habían ocurrido acontecimientos traumáticos importantes. La investigación ayuda a poner nombre a lo que muchas personas han llevado en silencio durante años y a explicar por qué el apoyo emocional es tan importante como la ayuda práctica. Y lo que es más importante, nos recuerda que la curación es posible, y que no tienes por qué cargar con ella tú solo.

Si quieres saber más sobre los sistemas de apoyo y los recursos disponibles para los jóvenes afectados por la EH, te animamos a que te pongas en contacto con la Organización Juvenil de la Enfermedad de Huntington (HDYO) o con la Alianza Juvenil Nacional (NYA) de la Sociedad Americana de la Enfermedad de Huntington (HDSA). No estás solo, y hay apoyo disponible.

La superautopista intestino-cerebro en la enfermedad de Huntington: Pistas de los microbios que llevamos dentro

Nuestro intestino y nuestro cerebro están siempre conversando: piensa en ello como en una concurrida autopista de doble sentido en la que los nervios, las señales inmunitarias y los microbios intestinales se envían mensajes de un lado a otro. En la EH, esta carretera se llena de baches: las barreras intestinales y cerebrales se vuelven permeables, aparece la inflamación y el equilibrio habitual de los microbios intestinales se altera, como si el tráfico se volviera loco de repente.

Los investigadores están estudiando cómo podríamos aliviar la congestión. Los factores del estilo de vida, como el ejercicio o un entorno estimulante, han ayudado a la salud intestinal en modelos animales, y ciertos antibióticos mostraron una menor inflamación y una mejor protección de las células nerviosas en estudios de laboratorio. Aunque los antibióticos de amplio espectro no son una opción realista para intervenir en el microbioma de la EH a largo plazo, estos estudios ayudan a identificar actores moleculares a los que se podrían dirigir nuevos medicamentos en el futuro para mejorar la salud intestinal y, potencialmente, cerebral en la EH.

La ciudad bajo el microscopio: Cómo dos proteínas podrían ayudar a rastrear la enfermedad de Huntington

Los científicos están a la caza de mejores formas de medir la progresión de la EH, incluso antes de que aparezcan los síntomas. En trabajos recientes, dos proteínas, CAP1 y CAPZB, identificadas mediante un análisis de sangre, se han convertido en candidatas principales . En un estudio realizado en Chipre, los investigadores analizaron todo el panorama de proteínas en sangre y descubrieron que los niveles de CAP1 disminuyen en las personas en la fase más temprana de la EH, mientras que los niveles de CAPZB aumentan de forma constante a lo largo de la enfermedad.

El resumen de investigación sobre la enfermedad de Huntington (EH) de este mes abarca desde la mesa del comedor hasta la reparación del ADN. Juntos, estos descubrimientos ponen de relieve tanto la complejidad de la EH como las muchas formas creativas en que los investigadores están trabajando para abordarla.

Se trata de una investigación importante porque necesitamos más biomarcadores que sigan la progresión de la EH. Ahora mismo, la luz de los neurofilamentos (NfL), el principal biomarcador de la EH, sólo cuenta una parte de la historia. Pero la incorporación de otros como CAP1 y CAPZB daría a los investigadores más formas de seguir la evolución de la enfermedad y probar los tratamientos antes y con más precisión. Si futuros estudios en grupos más amplios y diversos confirman estos hallazgos, algún día un simple análisis de sangre podría revelar si un nuevo tratamiento está ralentizando la EH antes de que se manifiesten síntomas perceptibles, una posibilidad apasionante para una intervención precoz.

Descifrando el rompecabezas de las proteínas en alta definición: los nuevos planos ofrecen esperanzas para detener el daño precozmente

Los investigadores han avanzado en lo que sabemos trazando la estructura de los fragmentos de la proteína huntingtina, pieza a pieza, mediante imágenes ultraprecisas. Los grumos pegajosos de proteína, llamados fibrillas del exón 1, son las proteínas mal plegadas que se acumulan en la EH y participan en los estragos que causan en las células cerebrales. Los científicos descubrieron que estos grumos tóxicos tienen un núcleo apretado y denso envuelto en una capa suelta y difusa. Con este nuevo trabajo, podemos ver exactamente cómo encaja cada parte.

En un seguimiento inteligente, los investigadores añadieron una pequeña cantidad de curcumina, el ingrediente activo de la cúrcuma, a la mezcla en platos de laboratorio. Este suave retoque pareció remodelar los cúmulos de proteínas en formas más lentas de ensamblar, menos pegajosas y menos dañinas para las neuronas. Los estudios ofrecen un nuevo tipo de modelo, no sólo para limpiar el daño después de que se produzca, sino también para construir versiones más seguras desde el principio.

Pero no empieces a ingerir cantidades masivas de curcumina o cúrcuma con la esperanza de alterar la estructura expandida de la huntingtina. Estos descubrimientos se encuentran en una fase inicial y sólo se han realizado en un laboratorio, por lo que se necesita más trabajo para comprender mejor los efectos en las personas. Sin embargo, proporcionan a los científicos un mapa apasionante para empezar a diseñar tratamientos dirigidos al plano de la proteína huntingtina.

Cuando la reparación del ADN se sale del guión: Cómo un pequeño cambio en FAN1 puede acelerar la enfermedad de Huntington

En el interior de nuestras células, las proteínas trabajan como tramoyistas para que el mantenimiento del ADN funcione sin problemas. Pero los investigadores han descubierto un cambio minúsculo, denominado mutación R507H, en una de las proteínas de reparación del ADN, la FAN1, que hace que tropiece en su actuación. Este pequeño desliz debilita el agarre de FAN1 sobre PCNA, una proteína asociada que le ayuda a mantenerse en el buen camino durante la reparación del ADN, dejando que se acumulen bucles de ADN dañinos en el gen de la huntingtina, lo que parece acelerar la aparición de la enfermedad.

Las secuencias repetitivas de ADN, como la repetición CAG dentro del gen de la huntingtina que causa la enfermedad de Huntington, pueden formar bucles incómodos, como un atrezo mal colocado en el escenario. Normalmente, FAN1 ayuda a ordenar las cosas, pero la mutación R507H dificulta que la actuación se desarrolle sin problemas.

Este trabajo es importante porque ayuda a explicar por qué dos personas con números idénticos de repeticiones CAG en su gen de la huntingtina pueden empezar a mostrar síntomas en momentos muy diferentes. Comprender el cambio R507H en FAN1 proporciona a los investigadores un nuevo objetivo. Si pueden restaurar el control de FAN1 o estabilizar su trabajo en equipo con el PCNA, podrían ralentizar la progresión de la EH. Esto abre una nueva estrategia en la búsqueda de terapias dirigidas a los genes que modifican la aparición de la EH.

El autor y los editores no tienen ningún conflicto de intereses que declarar.

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